Publicado: 26 de Noviembre de 2016
Un uso abusivo de productos con peróxido de hidrógeno, también llamado "blancorexia" u obsesión por los dientes blancos, puede riesgos para la salud bucodental de los ciudadanos, tales como la pérdida de piezas dentales. El Colegio de Dentistas de Sevilla recuerda que las concentraciones inferiores a 0.1 % de peróxido de hidrógeno, que contienen algunos productos dentales (geles, pastas y colutorios) de venta directa, tienen una eficacia prácticamente nula. Por el contrario, una concentración superior al 0,1 % de peróxido de hidrógeno o con más de 0,3 % de peróxido de carbamida deben utilizarse bajo la supervisión directa y prescripción de un odontólogo o médico-estomatólogo. Por ello, la Institución Colegial aconseja a los dentistas: l Antes de iniciar un tratamiento de blanqueamiento dental realizar siempre una valoración del estado general de la salud bucodental del paciente, no solo para decidir el tratamiento más adecuado en cada caso, sino para descartar otros problemas de salud bucodental y evitar así posibles complicaciones. l El blanqueamiento dental no está recomendado en pacientes con gingivitis u otras enfermedades periodontales ni antes ni inmediatamente después de haber realizado un tratamiento de restauración dental. l El profesional deberá tener en cuenta otros condicionantes externos como el consumo de tabaco o alcohol, ya que pueden potenciar los posibles efectos tóxicos del peróxido de hidrógeno. l Este tratamiento no consigue blanquear dientes que tienen coronas o carillas de porcelana, por lo que si no si tiene en cuenta esta situación el resultado final podrían ser dientes con distintos colores. l Tampoco blanquea los empastes blancos de los dientes, por lo que sólo se blanquearía la parte del diente sin empaste blanco, quedando de nuevo dos colores